La población andaluza con estudios superiores o medios ha aumentado desde 1994, pero Andalucía sigue en el mismo lugar de entonces, a mucha distancia de las regiones que tienen los más altos niveles educativos de España
Una de las frases recurrentes de los responsables políticos de la Junta de Andalucía, o lo que es lo mismo, del PSOE-A es señalar que esta comunidad autónoma está mejor que hace treinta años. Nada que objetar y ahí están los indicadores socioeconómicos para demostrarlo, en campos que van desde la investigación y el desarrollo a los buenos niveles de exportación. Lamentablemente, es igual de cierto que la convergencia de Andalucía con las regiones más desarrolladas de España, o al menos con la media nacional, sigue siendo una asignatura pendiente de todos los Gobiernos de la Junta. En este último apartado el nivel educativo no es una excepción, ya que, aunque ha aumentado respecto a los años 90 el porcentaje de andaluces que tienen estudios medios o superiores, la distancia respecto a otras regiones españolas sigue siendo la misma e, incluso, ha aumentado en algunos casos. Y es que Andalucía sigue a la cola de España en el porcentaje de población que ha estudiado más allá de la enseñanza obligatoria.
A ello hay que añadir el hecho de que los estudiantes andaluces obtengan una de las peores notas alcanzadas por las regiones españolas en el informe Pisa, que evalúa las competencias de los alumnos de los países de la OCDE. De hecho, el nivel educativo andaluz se sitúa a la altura del de países como Grecia, según el último informe Pisa que, además, ofrece datos como que el 43% de los alumnos andaluces de ESO repite curso, frente a la media española que está en el 36%. Más recientemente, el documento «Datos y cifras. Curso escolar 2011- 2012» señala que Andalucía presenta uno de los mayores porcentajes de población de entre 18 y 24 años que no ha completado la segunda etapa de Secundaria y no sigue ningún tipo de formación o educación.En este «ranking» de fracaso escolar sólo Murcia,Baleares, Ceuta y Melilla superan los porcentajes de Andalucía.
Entre las razones que explican estos números está, sobre todo, que la Junta no ha sabido o querido superar el retraso histórico de la región con una inversión en educación superior a la media nacional o a la altura del gasto que dedican a ella los países de la Unión Europea. De hecho, ninguno de sus presidentes, por el gasto de la Junta en este apartado, ha aplicado en la práctica eso de que la educación es la mejor política económica.
Así, el gasto de la Junta por alumno en este capítulo en 2011, según la Consejería de Educación, es de 4.528 euros, muy lejos de los 9.800 que dedica el País Vasco, la región que más invierte. Otros datos, como los del informe «Las políticas educativas en España: ranking de excelencia educativa», sitúan la inversión en educación de titularidad pública en Andalucía en 5.352 euros por alumno, casi la mitad e los 10.388 euros del País Vasco.
Muy lejos del 7% del PIB
El presupuesto de la Junta para educación para 2011 asciende a 6.144 millones de euros, lo que supone el 4,89% del PIB andaluz, a una distancia notable de la media de los países de la OCDE, que está en el 7%. Estos bajos niveles de inversión, inferiores a la media española y europea, explican también que Andalucía sea una de las regiones con una ratio de profesor-alumno más alta.
El nivel educativo, además, tiene una relación directa con los índices de desempleo, coincidiendo las mayores tasas de paro con aquellas regiones que presentan los índices más altos de población que sólo cursó estudios obligatorios. Así, mientras el paro en el País Vasco, la comunidad con los niveles de estudio más altos, afectó en 2010 al 10,5% de su población, en Andalucía, alcanzó al 28% de su población. Estos datos los aporta el estudio «Capital Humano y empleo en las regiones españolas», del Instituto Valenciano de Investigación Económica (Ivie) y la Fundación Bancaja. El documento señala que los niveles de estudios, empleo y riqueza apenas han variado entre las diferentes regiones españolas desde 1994, aunque haya aumentado el nivel educativo en todas ellas. Así, sitúa a Andalucía entre las regiones con mayor atraso educativo, junto a Galicia, Murcia, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Según este informe, la población que ha cursado Bachillerato, FP, ciclos formativos medios o superior o ha accedido a la Universidad ha crecido en Andalucía, pasando del 30,5% de 1994 al 54% de 2010. Este aumento, sin embargo, no ha sido exclusivo de esta región, sino que se ha producido en el resto de comunidades.
Por esta razón, la distancia de Andalucía con las autonomías que presentan un porcentaje mayor de población con estudios medios o superiores sigue siendo la misma que en 1994 o, incluso, se ha ampliado. Es el caso del País Vasco, Madrid y Navarra, que están 19,9, 19,2, y 15,4 puntos por encima de esta región en porcentaje de población con estudios más allá de los obligatorios. También aumentó la diferencia que separa a esta comunidad de Cantabria —6,6 puntos en 1994, 12,3 en 2004—, Aragón —de 5,9 a 11,2— o Asturias. Por contra, Andalucía ha reducido la distancia que la separaba de Cataluña.
Según este documento, en 2010 el 61,8% de la población andaluza en edad de trabajar sólo disponía de estudios obligatorios frente a un 17,9% con secundarios y un 20,3% de superiores. Tan sólo Extremadura y Castilla-La Mancha presentan índices más bajos, mientras que Andalucía se sitúa a mucha distancia de las que presentan los mayores niveles: Comunidad de Madrid, País Vasco y Navarra.
Como el nivel de estudios está muy relacionado con el de empleo, no es extraño que coincidan las regiones con bajos índices educativos y altos de paro. El Ivie señala que las tasas de paro por nivel de estudios de Andalucía y Canarias «superaban a las de cualquier otra región» en 2010. Andalucía, como sucedía hace quince años, sigue en el furgón de cola del empleo y la educación en España.
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