La voz digital.es

EDUCANDO EN ANDALUZ

¡Y todavía muchos por ahí quieren vendernos que las protestas no son políticas! 

Imagino, pues soy pelín mal pensado, que habrá por ahí algún lector que piense que este cronista está plegado a los designios de la derecha más recalcitrante, llegando incluso al extremo de que alguno creerá que recibo consignas directamente desde Esperanza Aguirre, posiblemente a través de nuestra actual alcaldesa, señora García-Pelayo. No es así. Ya he dicho en varios ocasiones que no milito en organización política alguna, por lo que el contenido de ésta y anteriores columnas se basa solo en la directa observación de cuanto ocurre a mi alrededor.

Viene esta perorata a cuento de mi indignación -comparable a la de los manifestantes del 15-M- por lo que ocurre con los profesores en aquellas comunidades que gobierna el PP. Algo que contrasta frontalmente ante el silencio -que raya lo vergonzante- que guardan los profesores que trabajan para comunidades gobernadas por el PSOE, entre ellas y con luz propia nuestra querida Andalucía.

Les imagino a todos ustedes conocedores de las protestas que se han montado ante el hecho de que en determinadas comunidades gobernadas por el PP -Madrid o Galicia- se ha ordenado que los profesores pasen de 18 a 20 horas de pizarra, lo que no amplía su horario laboral; solo reduce en dos horas el resto del horario que tal colectivo dedica a sus restantes actividades -tutorías, preparación de clases, corrección de exámenes y demás-. Según leo, esta medida sería indignante, contribuiría a hundir nuestro sistema educativo, supondría el despido de miles de profesores interinos, iría contra la calidad de la enseñanza, aumentaría hasta límites insospechados el número de alumnos en clase, atacaría al estado del bienestar y no sé cuántas consignas más que se suceden durante estos día a raíz de las acciones de protesta de tales colectivos.

Qué curioso, en Andalucía no protestan los profesores, a pesar de que motivos tienen de sobra para ello y seguidamente les ofrezco diversos ejemplos absolutamente reales. La Junta, que se vanagloria de no haber efectuado ningún recorte en materia educativa, casualmente se ha olvidado de que gracias al Decreto 302/2010 acaba de apartar a 500 interinos de su puesto de trabajo como profesores en Educación Infantil, Primaria y Educación Especial. Si trastean un poco por internet, hallarán diversos blogs en los que profesores y opositores manifiestan su insatisfacción con la actuación de la administración autonómica, aunque nadie parece protestar por ello. Sin embargo, el grupo de profesores afectado ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y de forma habitual se manifiestan en Sevilla. Noticia ésta que resulta complicado hallar como portada de algún telediario, lo que si ocurre con cuantas movilizaciones se desarrollan en la madrileña Puerta del Sol.

Hay más: el pasado 10 de mayo, la Junta llegó a un acuerdo con el Ministerio de Economía que le permite convocar oposiciones para 3.796 nuevos docentes. Esta medida no se ha aplicado en otras comunidades -Cataluña, Madrid o Castilla y León-, sin que ninguna organización haya denunciado hasta la fecha -que yo sepa- el trato de lujo que recibe nuestra Comunidad desde el Gobierno central, al que le une idénticas siglas políticas.

Sigo siguiendo: gracias a un decreto de la Junta de 2007, en nuestra Comunidad la mayoría de profesores ampliaron -hace ya 4 años- su horario de pizarra desde 18 a 21 horas semanales, una más de la que ha originado todas las actuales protestas. Como era de esperar, aquí no hubo protesta alguna.

Incluso en Jerez, cientos de alumnos no pudieron iniciar normalmente el presente curso escolar, pues desde la Junta se había dotado a las aulas del material necesario. Algunos colegios abrieron este curso sin pupitres. Como era de esperar, ni profesores, ni Ampas, ni sindicatos, ni indignados, ni nadie, ha alzado una sola queja por algo que me da la impresión, si va en contra de la calidad de la enseñanza, pues no imagino lo cruento que debe ser una jornada escolar de pie.

¡Y todavía muchos por ahí quieren vendernos que las protestas no son políticas.!

Enlace